Hoy es un día triste en nuestro Ceper
. Acabamos de enterarnos del reciente
fallecimiento de nuestro alumno Salvador Zayas Morilla. Pertenecía al Grupo de
Patrimonio de Antequera aunque su verdadera pasión era la informática y las
clases de cultura emprendedora, además del inglés.
Fue un ejemplo de fortaleza y positivismo, lo que le valió salir airoso de
sus sus anteriores problemas de salud. Nos enseñaba a valorar lo importante de
poder ver cada día un nuevo amanecer sin tener que hacerlo desde la cama de un
hospital o acudiendo varias veces a la semana para su diálisis. La suerte le
sonrió, porque tanta ilusión por vivir merecía una recompensa y consiguió por
fin un trasplante renal.
Nos manifestaba que era como vivir una nueva vida y quería aprender de todo
y en el menor tiempo posible. Nunca vimos tanta ilusión por la cultura y la
informática a su edad. Nunca alguien sin quererlo pudo ser tan ejemplar para
sus compañeros/as y docentes en todos estos años.
Pero Salvador se nos ha ido en estas pasadas vacaciones, y ya no podemos
verlo subir despacio las escaleras del instituto hasta la segunda planta, donde
está nuestra aula. Ha dejado muchos amigos aquí y lo menos que podemos hacer es
dedicarle estas palabras de agradecimiento por haber tenido la suerte de
conocerlo. Es que a menudo, las personas más sencillas son las más grandes en
todo.
D.E.P. amigo Salvador.
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